Tanto Sakura, como Indio Cuá, como el Remanso, como Río Lujan, el Barrio San José de Tala y todo el pueblo fueron recorridos por los voluntarios pidiendo colaboración a las personas que encontraban a su paso.
Grande fue la generosidad de la gente que con mucha disponibilidad y fraternidad les ayudaba y respondía.
También fue importante el convivir de más de un día y medio de los monaguillos que junto a sus padres compartieron muchas cosas, muchas vivencias y realidades: trabajando por esta COLECTA ANUAL.
Al trabajo se unió el deporte (futbol y ping pong), juegos, cine, almorzar y cenar juntos que colaboraron a crear un clima de convivencia fraterna en pos de el objetivo de una colecta record que distribuida ayude no solo a los pobres de nuestra parroquia sino a los de nivel nacional y diocesano.
Sabemos que tendremos una colecta record, por el trabajo FAMILIAR Y COMUNITARIO DE muchos de nuestros feligreses que van comprendiendo el deseo de socorrer la pobreza creciente de nuestra gente.
Cuando decimos nuestra gente no nos referimos solamente a los Cardales sino a los del conurbano de Zarate, de Garin, de Derqui - de tantas regiones pobres de nuestra diócesis - y también al impenetrable chaqueño, a nuestro norte azotado por la miseria creciente, al sur ahora azotado por las cenizas.... COLECTA VERDADERAMENTE SOLIDARIA QUE HA SIDO SUFICIENTEMENTE CONCIENTIZADA A NUESTRA GENTE Y FUNDAMENTALMENTE A NUESTROS JOVENES Y NIÑOS EN QUIENES VEMOS LA ESPERANZA.
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